EL HOMBRE CONTRA SI MISMO

AFORISMOS, OPINIONES Y DESVARIOS SIN ORDEN DE LECTURA


Cada hombre encarna una realidad, verdad, tiempo irreversible, principios únicos y definitivos. Toda vez que este hombre intenta medir o condicionar su existencia está sin saberlo cumpliendo un destino implacable que debe tanto a su voluntad como al azar del universo.

No tengo nada en común con este mundo ni aun la muerte.

La tristeza es mi estado natural mi punto de partida. Cualquier otro estado supone que ya haya hecho algo, es decir una acción de mi voluntad flotando a la deriva en la casuística.

El hombre es un animal triste por eso es el único que ríe. El tigre es un animal de pelaje rayado quizás excesivamente vistoso por eso tiene garras. Las garras del tigre son una alegoría de su pelaje. La mente del hombre es una alegoría de su tristeza.

Vivir es desear.

Ser es una contradicción.

La búsqueda de la perfección, la prosecución de un ideal y la esperanza de un cambio son las tres mejores formas de arruinar una vida y de hacer de algo improbable un determinismo.

El miedo precede al placer verdadero.

El tigre depreda para sobrevivir, el hombre depreda para olvidar su tristeza, depreda como deseando desesperadamente morir.

Nadie alcanza la felicidad al unirse a otro ser. De ahí que la relación sexual como pensaba Schopenhauer prometía más de lo que daba. La felicidad se alcanza al unirse a sí mismo. Un ser integrado puede optar por la soledad, la monogamia o la poligamia sin dejar una estela de insatisfacción por el mundo.

El amor como la conciencia de la no muerte para sí mismo permite tratar a los demás como los seres únicos que son.

No quiero que el mundo sea de una determinada manera , yo quiero ser de una determinada manera, me encomiendo al azar para que se haga mi voluntad y pueda ser lo que soy.


La felicidad no depende del plan.

La vida carece de sentido per se, nuestra vida es lo que queramos que sea en el vaivén del caos.

Lo único que nos hace falta para ser felices es darnos cuenta de que no nos falta nada, siendo justos, lo que nos falta no está ni fuera ni dentro de nosotros, es la sensación de inacabado que debemos aprender a sobrellevar y que no ha de turbar la felicidad.

Todos los sistemas políticos, filosóficos y religiosos tienen como fin último la felicidad del hombre. Este aforismo que todos alguna vez hemos escuchado y que es una de las bases del humanismo es verdadero. Mas, la felicidad no es un fin sino un medio. Tratemos de imaginarnos como sería un sistema político, una filosofía o una religión ideada, planificada y ejecutada o vivida por hombres felices...

En el mejor de los casos una verdad es una aproximación.

La canción la inventamos mientras cantamos.

La homogeneidad es una ilusión. A niveles microscópicos no existe fusión alguna, todo permanece fiel a su condición sólo existen relaciones o interacciones de sistemas y componentes que derivan hacia un estado formalmente homogéneo pero que en definitiva es una apariencia.

Pensar, ¿ qué es pensar ?

El hombre al situarse fuera de la naturaleza en su condición de señor, la criatura hecha a imagen y semejanza del creador, ha alentado algunas visiones equívocas en virtud de las cuales fundamenta sus estructuras sociales.
1-. Lo ético como un absoluto del que se desprende un juicio sobre los actos humanos y una categorización valórica de estos y de los fenómenos cuyo fin es la felicidad del hombre como ser social. Determinismo ético.
2-. Lo estético como una condición dual asociada agonalmente y similar a lo ético entre lo que expresa gráficamente la diferenciación del hombre y la civilización humana con lo salvaje y natural. Determinismo estético. 3-. Lo religioso, aquello que resalta el sentimiento de insignificancia del hombre frente a la totalidad y que este repite frente a la parcialidad. Determinismo religioso.
4-. Lo lógico-científico, aquello que a través de un método y por medio de la sistematización de lo sensible y lo inteligible aspira a alcanzar o definir una verdad. Determinismo lógico.

La mayor parte de los afanes humanos atentan contra la humanidad.

Un dilema para traductores. Sólo en español seré entendido si digo que soy feliz. Ser, aún cuando sea en el instante presente en que lo afirmo connota una atemporalidad, es decir que se es independiente de las dimensiones espaciales. En los demás idiomas ser o estar será lo mismo, es decir que se podría entender que estoy feliz, lo que connota una temporalidad asociada a un espacio. En todos los idiomas, ser y estar, palabras que pueden ser contrapuestas, se escriben de la misma forma. Esta paradoja del español tal vez permita suponer que es imposible aprehender el universo para los hombres que no son hispano parlantes. Einstein el arquetipo científico, nunca logró disociar el tiempo del espacio y toda la ciencia de occidente se ha mantenido atrapada en esta concepción.

Soy triste y soy feliz lo cual no me pesa ni me hace desear un estado diferente.

Visto el tiempo como algo irreversible, este es el mejor mundo posible y esta afirmación queda libre de todo positivismo. Es el mejor y el peor, en verdad es el único mundo posible.

Cuanto más me alejo del equilibrio aumentan las probabilidades de que las causas internas produzcan efectos inéditos e imprevisibles.

El no equilibrio, la vida, un estado de degradación y construcción permanente.

El no equilibrio es equilibrio....

Si quieres ser compasivo, está bien, pero no esperes que el mundo vaya a mejorar. Si quieres ser cruel, está bien pero no creas que el mundo va a empeorar. Eres el centro del universo, es verdad, sin embargo nada de lo que esperas o deseas ocurrirá con exactitud. Sólo descubrirás la esencia de las transformaciones cuando dejes de esperar lo que siempre estuvo allí.


El hombre es el único animal que nace siendo hombre y lo olvida. Entonces ocurre una analogía de lo que Cioran graficó como el mundo de los ingenuos y los héroes. Los que son sin saberlo y los que aún desengañados quieren ser. Los demás están en un estado de olvido de lo que significa ser hombre.

Si observas el macro y el microcosmos te encontrarás con que todo el universo danza. ¿Qué haces allí sentado pensando en que has de ser? Danza y verás.

Sé tú porque eres tú.

La sensación de abandono y soledad que provoca el estado natural de tristeza del hombre ha sido el fértil campo en que las religiones y la filosofía, dos labradoras incansables, han sembrado con culpa, remordimiento, renuncia del yo, esperanzas e ideales. Los frutos de esta siembra no han saciado nuestra hambre .

No sé cual es la razón por la que se ha de asociar necesariamente la vida a un gran destino ulterior diferente al de vivir la vida.

Si nos alejamos como observadores veremos que todos aquellos que nos hablan con nostalgia del gran destino del hombre, en verdad están ocupados en las funciones biológicas básicas de todo animal y preocupados de ocultarlo.

Si un hombre es un asesino y es feliz siéndolo , poco le importa la pena de muerte. El muere sólo para nosotros, sus posibles víctimas. Para sí mismo, él es inmortal en su felicidad.

Si alguien me ha de asesinar, que sea uno para el que asesinar sea su esencia y felicidad. Quién sería yo sino un hombre feliz como para privar a otro de su felicidad.

Desconfío de los que temen a la muerte.
Desconfío de los que no quieren morir.
Desconfío de los que desean morir.

Toda búsqueda de la felicidad encierra una falsedad y el miedo a aceptar lo desconocido de la propia realidad.

Una aguja buscándose a sí misma en un pajar infinito.

La herencia que recibimos de unas tías solteronas y viejas ( religión y filosofía) hace que decir: soy feliz suene vano, pedante, cínico o estúpido.

La felicidad es la palabra más usada, más deseada y más desprestigiada de nuestro lenguaje.

La felicidad no es necesariamente algo que la defina por lo tanto no puede ser un fin, antes bien un principio o un medio a través del cual llegamos a ser nosotros mismos.

No queriendo parecer místico ni esotérico sino más bien un ser práctico, debo afirmar que existen en mi realidad aspectos y estados que no tienen forma de ser transferidos a través del lenguaje. He observado que el manejo a voluntad de estos aspectos y estados innombrables, aumentan la sensación de poderío. Esta sensación de poderío la podría describir sin embargo con palabras al decir que soy único, mi vida no es en vano, soy triste y soy feliz, no deseo ser otra cosa que lo que soy, no deseo que nada sea otra cosa que lo que es, amo mi vida porque sé que no moriré para mi mismo, amo el universo porque sé que no muere para sí mismo, toda transformación confirma en última instancia la esencia de lo que existe, materia en el tiempo, espíritu en el tiempo, vacío en el tiempo. Nada está circunscrito a una dimensión ética ni estética, estos estados son anteriores a la conciencia de la propia realidad y por añadidura estados precarios. No puedo pensar que existan cosas bellas y horribles o buenas y malas, todo tal cual es me sostiene en este instante, no hay una dualidad agonal ni complementaria ni identidad siquiera entre los fenómenos. Para mí, siempre he sido y siempre seré, carezco de toda razón y sentido más allá de mi ser, no puedo luchar contra ello, soy poco enemigo para mí mismo.

La vida ocurre de una forma irreversible. Aún en el campo experimental con manejo de variables y condiciones cerradas, la repetición o identidad desaparece al participar lo vivo.

La felicidad es al hombre como una ley general de la termodinámica, un estado de aparente equilibrio atravesado internamente y rodeado por el caos probabilístico. Sin ausencia de tristezas ni alegrías y dentro de un marco de causas y efectos.

La felicidad es el estado natural del hombre vivo y que en un tiempo dado probablemente más allá de la muerte biológica incluso, tiende a la estabilización y al agotamiento de las posibilidades de padecimiento positivo o negativo. La muerte térmica del universo, la ausencia de entropía y neguentropía, el apathos, el vacío en el tiempo sin fin.

El caos se refiere a lo impredecible y desconocido, no a lo ininteligible.

La razón como trampa de la razón.

La forma más exacta de exponer la verdad es mentir, ya que mentir en consciencia supone el conocimiento de la verdad.

El arte, la mentira sublime sea acaso la forma que más nos acerca a la verdad.

Blaise Pascal sostenía que lo contrario de una verdad profunda es otra verdad profunda, lo que nos lleva a la paradoja de la inexistencia de la mentira en un nivel dado de discusión.

Crear implica necesariamente una cuota de violencia en el sentido histórico. La obra nueva irrumpe en el presente proponiendo de alguna forma una negación del pasado.

Entendemos por historia la colección de instantes en los cuales la historia fue olvidada.

El lenguaje y el silencio dialogan sobre milagros y realidades impensables. Sin llegar jamás al conocimiento pleno del uno por el otro; se contemplan, se abrazan y conforman un vacío exacto, una acción pura en el tiempo.

La acción como falta ética.

El espíritu es tiempo, aquello que sobrevive a la materia, aquello a través de lo cual medimos nuestras oscilaciones y en torno a lo cual organizamos nuestros atributos y deseos como un plan de satisfacción de necesidades en medio de la adversidad. La vía espiritual, el camino es la senda unívoca del tiempo entre el dualismo agonal de los fenómenos hasta la inexistencia y el vacío.

El gran tema y el gran dilema del ser es el tiempo. El ser no es sino en el tiempo. No hay un antes ni un después del tiempo si no tiempo.

La luz es destrucción sutil.

Sólo el tiempo es absoluto.

La conciencia del sentido unívoco del tiempo da origen a la tragedia de la existencia. El descanso en el sueño, el éxtasis místico o inducido por drogas y el accionar trascendente son formas de rapto, fuga o integración de la existencia a la esencia absoluta del tiempo.

El equilibrio supone la detención del tiempo o su inexistencia lo que lleva implícita la inexistencia del espacio como dimensión relativa y por añadidura de la materia. Toda existencia ocurre en el tiempo.

El tiempo, poiesis, creación.




Si la felicidad es un principio o un medio a partir del cual o a través del cual se ha de llegar a un fin en la vida, este sin duda sería la libertad. Es sin embargo por su obviedad que fue olvidado que el fin último de la vida es vivir la vida por tanto tampoco sería la libertad un fin sino también un principio o medio.

Un hombre es aquel ser que sabe que es un hombre.

Anotación a John Stuart Mill. Si un hombre quiere vender su libertad y hacerse un esclavo sea por la razón que sea esto no lo hace dejar de ser hombre ni pone en peligro su libertad antes bien confirma su condición a través de su conciencia.

La filosofía es un sub género de la literatura testimonial, un sub genero de la literatura fantástica o un mero dato clínico ya sea que fuese escrita en primera persona singular, primera persona plural o segunda persona plural.

La renuncia si es ejecutada en consciencia se transforma en el acto cínico ultimo, en un dedo acusador lleno de vanidad. Sobrevivir a una circunstancia en la que la vida nos impuso renuncia y volver a abrazar al mundo es un acto de salud y humanidad.

La ley de la selva es comer hasta estar satisfecho. La ley del hombre es alimentarse de la insatisfacción.

El león come como león, el gusano come como gusano. La filosofía hace a los gusanos desear comer como leones. La religión hace a los leones comer como gusanos. Ambas formas elevan los asuntos digestivos a planos metafísicos.

La metáfora de las metáforas en la Odisea de Homero.

Estamos atrapados en una prisión infinita

Me he visto afectado intelectualmente por la capacidad de algunos hombres de sistematizar el caos de sus ideas sin embargo esto jamas me ha llevado a tener fe ciega en ellas. He sentido admiración por grandes equivocados del pensamiento tal vez de la misma forma que ellos se sintieron al contemplar sus obras acabadas, sorprendidos de sus facultades y nunca dispuestos a aplicarse dogmáticamente dichos idearios a sí mismos.

El dolor como motor de la cultura.


Una fe de erratas a la praxis del neoliberalismo, donde dice libertad entiéndase libertad restringida, donde dice propiedad entiéndase propiedad restringida, donde dice fe de erratas a la praxis entiéndase praxis de ratas con fe, donde dice neoliberalismo entiéndase que las palabras son solo aproximaciones.

Si no soy dueño del derecho natural a decidir cuando morir o que hacer con mi cuerpo y mi mente, de que me sirven todos los demás derechos que poseo?

El etnocentrismo fructifica en la emoción, en la subjetividad, en la conciencia intuitiva de que como individuos no alcanzamos la meta de la especie. Por lo tanto creamos sociedades y reprimimos nuestro egoísmo para supeditar nuestras energías a las de nuestra comunidad, asegurando de paso en la medida que el azar lo permite, una vida mejor para nosotros y nuestra descendencia, lo que es sin duda la meta de la especie y de la vida.

El hecho de que la evolución sea producto de las fluctuaciones termodinamicas o del azar, explica la circunstancia de que las mutaciones que ocurren en los genomas no desemboquen necesariamente en una mejora de la especie. Es decir, la evolución no es una tendencia a la perfección sino que es simplemente una modificación acaso accidental que se estabiliza en la existencia de una determinada especie en un determinado tiempo y lugar. Que exista evolución no significa nada.


Lo que piense o sienta de cuanto ocurre no afecta en nada lo ocurrido. Mi reacción o lo que yo haga luego será un nuevo hecho. Solo es real aquello que ocurre. Aquello en que energía y materia conforman una singularidad en el tiempo.

Sócrates el primer mártir del cristianismo.

Sócrates fue efectivamente un corruptor de la juventud y señaló sin querer la dirección hacia la cual habría que construir un camino que permitiese huir de los tormentos de lo desconocido. Sócrates, el supuesto precursor del amor por el conocimiento se encargó de borrar las huellas de los senderos que trazaron héroes que desde la nada intuyeron la fuerza del destino, la fatalidad, lo que ocurrirá al hombre si avanza con determinación hacia lo desconocido como un viaje del que se espera obtener tan sólo la recompensa de haber cumplido con la misión única e inherente a cada ser. Existir, transformarse, vivir en crisis, en su original significado, crecimiento y evolución, participar del ciclo de materia y energía, sin aferrarse a las formas y apariencias que puedan tomar las cosas.
Platón ofrendó su vida a la misión de degradar la sabiduría. Aquello que a pesar de todos los esfuerzos se intentó destruir sobrevivió bajo el nombre de mitología gracias a la incapacidad de los censores de intuir la poiesis que subyacía en los relatos y gracias a la resistencia de algunos hombres a ser sometidos a una limitación en su vuelo hacia el saber. La comunicación oral y la rebeldía heroica y voluntariosa permitieron rescatar para nosotros los antecedentes del camino hacia el ser.
Le debemos a Platón : el pavimento al monoteísmo dogmático y fundamentalista, la idea de que existen ideas y de que estas son perfectas, el pensamiento ético y su brazo armado: la moral como medio de coexistencia social, la primera utopía y su consiguiente aplazamiento de la felicidad, la sobrevaloración de la conciencia, la felicidad considerada como fin, la limitación de los ámbitos del saber y de los propósitos de este, la verdad como un absoluto, le debemos la idolatría de un charlatán y cobarde que se transformó en la víctima por definición: el apologizado Sócrates, censor de los sabios Heráclito, Demócrito, Anaxímenes, Anaximandro y otros hombres que nos habrían ahorrado 2000 años de imbecilidad y terror.

Se ha llamado orden al límite de los conocimientos, a lo que es medible en las unidades que se han diseñado y convenido para aprehender e interactuar con lo existente. Todo aquello que existe más allá de ese umbral y se sabe que existe es misterio, temerosa reverencia, caos, orden superior e inexplicable, divinidad, irrealidad, fantasía, etc...
Lo que atraviesa ese límite es imprudente, incomprensible, irreverente, enfermo, desviado, maligno.
En la estructuración conceptual binaria el orden está representado como lo positivo y el desorden como su opuesto negativo.
Es decir que todo aquello que desconocemos es negativo.

La incorporación de la tesis agustiniana de Dios como encarnación del infinito permitió integrar lo desconocido a la dialéctica mundana como una totalidad vedada e inalcanzable hacia la cual nuestra actitud debía ser de temor reverencial pero que estaba libre de mal en cuanto no se osase traspasarla (el árbol del conocimiento). Esta simplificación fue satisfactoria y permitió seguir durmiendo tranquilos a todos aquellos que ya dormían tranquilos pensando que lo infinito e indefinido era maligno. Estos hombres nunca pensaron que la paradoja de Zenón se refería a más que una curiosidad matemática, nunca se sintieron acechados por lo infinito presente y cotidiano.

La perplejidad nos conduce al vacío, al abismo donde la medida desaparece y lo único cierto sigue siendo la inexorabilidad del avance del tiempo.

Actuar a partir de la perplejidad, del existir puro.

La conciencia es una herramienta útil para alguien que aspira a vivir dentro del marco de realidad que la historia ha marcado como el límite último del conocimiento.

La conciencia y la inconsciencia. Un martillo clava de un lado y desclava del otro. La inconsciencia es una herramienta cuya utilidad es también vivir dentro del marco que impone el conocimiento como un mecanismo reparador de las permanentes fracturas que provoca lo desconocido en la realidad.

La conciencia relativiza y refiere todo al ámbito de lo conocido, de lo aprehendido.

La perplejidad no está vinculada al pathos humano sino más bien al abandono de las formas, identidades y relaciones establecidas por la conciencia e inconciencia a un estadio de existencia sin limites ni compromisos o convenciones. La libertad no escogida sino natural e inmanente a todo lo que existe.

Ser sin forma en el tiempo.

La conciencia refiere el existir a la vida dentro de la forma humana. Pero el hombre muere y sigue siendo materia viva. Que perdió? Sólo la medida que establece un límite entre su realidad y la realidad vasta y total de todo lo que es.

Dicho de otro modo se desapegó de la representación o de la identidad que había adquirido como ser consciente.

Ser siempre espermatozoide y gusano y polvo y explosiones y luz y penumbra y vacío.

El poder es el ser ilimitado, el ser desconocido y facultado por el hecho de ser y por el azar.

Tal como señaló mi amigo Jorge Valenzuela, la vida en el umbral de la vastedad y la medida es lo que designa el estado de pureza del ser: el poder.

La voluntad de poderío que inflamó a Schopenhauer, a Nietzche y que cínicamente degradó Cioran deriva necesariamente en la perplejidad, en el abandono de la forma y la conciencia. No es el acto integrador del budismo ni el éxtasis místico de los santos cristianos ni la opulenta renuncia de los baghavanes hinduístas. Es un hecho innombrado de libertad y pureza que no se relaciona con la voluntad como instrumento racional del dominio de las facultades ni con el poderío como pínaculo de las escalas de relación entre adversidades , necesidades y satisfacciones.

El último estadio del camino espiritual, la desaparición de los conceptos que definen el camino espiritual( Kazantzakis) al no existir un límite o relación o unificación de las partes podemos entrever desde la perplejidad una entidad absoluta. Esto que podría metafóricamente estar representado por la idea de lo metafísico o por el concepto vitalista del superhombre es algo diferente en cuanto indefinible de estos aun cuando estos pudiesen ser sus puntos de partida o sus componentes. El espíritu y la materia, la energía y la materia. Todo, existir puro en el devenir irreversible del tiempo.

Todo lo que creemos que existe, existe. Todo lo que creemos que no existe, existe. Todo no es posible. Solo es posible lo que existe aun cuando desconozcamos su forma.

El milímetro, el gramo, el segundo, la ley, el numero, la vida y la muerte, el amor, dios y el universo: el orden. Pequeños balbuceos de nuestro miedo a ser.

Quizás la poesía pudiese ser el verdadero lenguaje de lo que existe. Los poetas lo encarcelaron en los poemas impidiendo que se divulgara su alfabeto de formas ilimitadas.


Veo la imagen del existir puro como un actor enmascarado y que al terminar su obra, aquella cuyo parlamento estudió y aprendió y con excelso talento intentó perfeccionar, hasta lograr emocionar e interpretar a otros o invitarlos a su realidad creativa; se halla en la situación de que bajo su máscara encuentra otra y luego otra y luego otras y otra más infinitamente. Este actor que alguna vez supo quien era y que ahora sorprendido por esta singularidad de ser infinitos personajes en vez de ceder a la tentación de la locura o al terror, se abandona a la perplejidad de lo amorfo y siendo representa en los innumerables escenarios las innumerables obras y los innumerables personajes que constituyen el absoluto existir y ser en el tiempo.

El mal encarnado por el príncipe Luzbel encarna la promesa de infinitud y multiplicidad, poderío y ubicuidad, los atributos divinos por definición. El dice: Mi nombre es legión.

Forma dentro de la forma. La máscara infinita
Espuma y ola contra roquerío
Sangre concedida al león por la gacela fatigada
Consumición y transformación de materias en luz
Besos y canciones
Bibliotecas, estrellas, arena, almas, gotas de rocío y resurrecciones.
Números y símbolos explicando aquello que no requiere ser explicado
Mapas y Dioses
Corazón Furiosa Llama
Fuerza sin tregua ni cansancio
Poder y ánimo puro
Derramado sin intención alguna en cada acto y fenómeno
Una máscara y otra
Un universo y luego otro
La realidad o un sueño
Que importa vivir o morir
Tener la libertad y el dominio de la propiedad
Aun de sí mismo
Nada es nada realmente
cuando se asiste al espectáculo absoluto
al teatro de la pureza infinita
Ser siempre en el tiempo.





La causa primera, el principio creador: el tiempo.
La causa sin causa. Aquello que no fue creado.

Ser es el principio y ser es el fin.
Ser o no ser es ser
Soy luego existo.

Sentir es aproximarse al error
Pensar es estar equivocado
Creer es aferrarse al error

Una tesis que intente ensanchar el círculo del conocimiento aun cuando sea a través de la enunciación de la experiencia de lo nuevo adquirida en la perplejidad, se sostiene necesariamente en el conocimiento histórico.

No necesito ni deseo crear un sistema filosófico. La razón intenta cazarme en una trampa cuyo cebo es la verdad. La verdad seduce, atrae y ofrece un acceso a través de su forma y en cuanto limita y otorga medida a la vastedad. La verdad existe así como existe la falsedad, en cuanto se refiere al conocimiento humano. Existir no admite categorización alguna.

El dinamismo de la forma en el ser lleva a la certeza de que no hay nada más que forma. Su comportamiento obedece a atributos formales también cambiantes. Podemos hablar de hábitos y no de leyes, de principios y medios, nunca de fines. Otra vez se presenta la referencia a la forma humana, a la necesidad de dimensionar, acotar y controlar en la forma de constantes las multiples y variables formas contenidas en lo desconocido, en el devenir.

La existencia de lo desconocido engendra incertidumbre, duda de las causas que sostienen el conocimiento. La integración de lo desconocido a la dialéctica es entonces un acto utilitario que permite coexistir con la conciencia de que esta enorme porción de la totalidad existe pero creemos carecer del instrumento para aprehenderla. La integración puede ser considerada como una forma pasiva del conocer. Admitir la existencia pero no aproximarse a ella.

El desorden para el hombre es aquello que no está referido a sí mismo.

Dependiendo el ámbito al cual se refiere un fenómeno o hecho, el desorden es considerado un orden superior o algo inferior al orden. Un orden superior es inteligencia divina y algo inferior al orden es un error humano. Este tipo de ambivalencias e hipocresías sólo dan cuenta de nuestra ignorancia y de la inconsistencia de la moral como fin en cuanto pretende discriminar a través de la razón aquello que no posee fundamento lógico.

Si nos atenemos a la filosofía griega clásica, tenemos que la verdad sólo es posible a través de la lógica y la razón por el contrario, no importando si su contenido es verdadero o falso, se obtiene a través de la dialéctica. La lógica es una sistematización del lenguaje puesta al servicio de la validación de la idea de que el pensamiento lógico del hombre es la forma superior de comprensión o conocimiento.

La infinitud o vastedad del espacio no es necesariamente eterna.

El ser agradece siendo.

Es imposible no ser.

Puedo comprender secuencialmente en función del tiempo, la evolución del conocimiento humano desde las cavernas hasta la red global de computadoras. Sin embargo me es imposible aprehenderlo como una realidad lógica engendrada a partir de lo inteligible y lo sensible.

La erudición, el historicismo, la enumeración o coleccionismo de datos e información son formas de conservadurismo y estatismo del conocimiento.

Uno hace sólo lo que desea hacer y todo lo no deseado es lo que el azar o la voluntad de otro nos deparan. La voluntad permite dirigir nuestro destino en una dirección. La voluntad es el timón de una barca en el mar de la libertad. Mientras hay opciones opera la voluntad. Si se seca el mar aunque gire el timón la barca no se moverá. Puede ocurrir también que una tormenta saque la barca de su rumbo o la haga encallar. La conjunción de la voluntad y el azar entendido este como el devenir de lo desconocido permiten y engendran la ampliación del conocimiento, la creación, el surgimiento de lo nuevo que será luego el límite del conocimiento, el advenimiento de lo que siempre estuvo allí esperando su momento de ser en la flecha del tiempo.

El recto camino es ir con pasos firmes hacia lo desconocido.

Sólo con el buen ánimo de devolverle su humanidad a un mártir de la santidad a una víctima del bien. San Pablo decía :"No hago el bien que amo sino el mal que detesto".
Sólo diré que es lógicamente imposible hacer lo que no se quiere hacer. Puede ocurrir algo que no deseemos pero si somos quienes lo hacemos como el caso del apóstol Pablo que decía amar el bien y hacer el mal que detestaba es que en realidad no amaba tanto el bien ni detestaba tanto el mal. Aunque la figura pueda ser considerada retórica, en verdad las palabras del torturador y perseguidor de cristianos Saúl, son un sofisma hipócrita. Si estaba realmente arrepentido bastaba decir "Hago el mal aunque sé que por aquello que predico debería hacer el bien, y aun cuando sé que sería mejor para todos hacer el bien hago el mal por que eso es lo que quiero realmente." Parece ser que estuviese arrepentido de abrazar la prédica del bien y el amor. Humano, demasiado humano como diría Nietzche.

Deseo no desear.
Renuncio a renunciar.
Pienso que aquello que pienso es un error.

El ideal es una promesa de perfección que no depende de la voluntad para materializarse, existe desde el momento en que se enuncia sin embargo se niega a si mismo al situarse en el devenir.

Alternar la contemplación y la acción, hacer música de la vida. Elevar la existencia a la forma de un arte mayor. Que los observadores intuyan a través de la belleza expresada una puerta, un pasadizo hacia el asombro, la novedad y la vastedad del tiempo. Que los ritmos sean firmes y la armonía evoque pureza. Obra libre de pretensiones éticas y morales. Belleza que sea transformación y alternancia de las fuerzas de lo que existe. Camino al devenir. Danza del caos en los salones de lo desconocido. Poesía.

El borde del conocimiento no está en la acumulación de datos de lo cognoscible ni en la extrema voluptuosidad de los sentidos. Alcanzar el límite es no hallar las palabras o las formas que representen lo que queremos expresar. El límite está en el lenguaje.

Voy hacia lo desconocido, me alimento de mi voluntad, mi método es mirar hacia cualquier lugar, mi objetivo es el conocimiento.

Recorro el camino sin permanecer, de este instante ya oigo en el pasado su murmullo.

Así como voy hacia lo desconocido, siento también que me llama. Algo que ignoro y hacia lo cual avanzo, me guía. Lo que debería ser mi fin es el medio a través del cual me aproximo a lo incierto.

Paradoja de lo nuevo. Lo nuevo siempre estuvo allí solo que no conocía su forma. Ahora que es parte de lo que conozco, sé que siempre estuvo aquí. Lo nuevo siempre existió pero la forma de su existencia estaba alojada en el devenir.

Si la filosofía es el amor al conocimiento, cual será el nombre de la atracción por lo desconocido?

Debo mirar siempre no caer en la tentación de analogizar las religiones con aquello que emprendí. La literatura religiosa ofrece a Dios como un auxiliador que llena el vacío y calma la sed.

El sedentarismo espiritual: el dogma.

El lenguaje traiciona a la realidad

La certeza, un poder absoluto vedado al hombre.



El camino es lo que anduve para llegar a este momento.

Todos los dioses van por la senda del peregrino.

Todo existe luego pienso.

Contra el misticismo oriental:
Si todo el mundo es ilusión. Es que soy dios?

Puedo entender y aceptar la idea de trascendencia como algo inhumano, como un presente perpetuo, cuando algo se transforma en tiempo.

Viajes, música y tiempo.

En esto consiste la verdad:
En este preciso instante es de noche y llamo por teléfono a un amigo en Tailandia y le pregunto: ¿es noche? Y él dirá: claro que no, es día y el sol resplandece en el cielo.

La muerte es la única experiencia que para vivenciarla se hace menester recurrir a las palabras.

Muerte es todo excepto este instante

Si el camino son los pasos que doy. ¿cómo es que me he sentido perdido?

No estamos solos. Somos únicos, si. Compartimos el tiempo. Yo y lo otro.

El fin de mi vida es este instante

La única palabra absoluta es: ahora.

Lo cognoscible al revelarse al conocimiento se transforma en existencia. No se puede desconocer su ser.

Paradoja del conocimiento de sí mismo:
Yo soy la puerta que he de atravesar para entrar a lo desconocido.

Nuestro pensamiento es sólo forma. El tiempo es espíritu.

Me muero porque me muero.

Las mayores desgracias que he padecido han sido fruto de mis buenas intenciones

La razón por la cual siempre he gustado de los aforismos es porque permiten hacer un ejercicio de estilo, concisión y agudeza sensible o intelectual que no es necesariamente el fundamento de un sistema filosófico.
Hay un rasgo de humanidad y realismo en los autores de aforismos ya que normalmente en ellos es posible leer un proceso, contradicciones, y encima es posible disentir o gustar parcialmente de un autor como realmente ocurre al acercarse a las ideas de otra persona. En cambio, en los libros de los grandes sistemas filosóficos, se lee más vanidad y normalmente si se está en desacuerdo con la idea fuerza es muy difícil soportar la lectura de algo que en todo momento aspira a convencernos o a fundamentar una idea que no nos parece.

La generalización en cualquier caso es el camino fácil.

En el caso de la verdad de un hombre, es francamente imposible concluir algo, por lo que en ese caso sólo cabe generalizar. De lo que se deduce que las tenidas por grandes verdades de los hombres son en el mejor caso una simplificación de lo inexpresable.

De la filosofía poiesis, de la poesía, ideas.

Añoro estar en un lugar en el que yo no esté.

Las santas escrituras: las partituras.

Las montañas, el mar, los pastizales, los atardeceres, la luz, el amor; en los poemas. En la vida: los bares, los libros de poemas, las peleas callejeras, el sexo, las drogas, los edificios, la noche y amigos borrachos por montones.

El conocimiento alcanzó la virtualidad. Hay más información que nunca disponible, todo el mundo maneja y almacena grandes cantidades de información y datos que en realidad no están allí ni mucho menos sirven para algo.

No sé que hacer con lo que sé.
No sé que ser con lo que sé.

A medida que aumenta la precisión en el conocimiento científico, tienden a desaparecer los ámbitos de aplicación de este y su interés queda relegado al de unos cuantos inadaptados.

Quiero que nada cambie.
Quiero que todo me cambie.

Nadie está dispuesto a admitir que todo nuestro afán es por comida y sexo.

La Ilustración Gay. Deleuze, Guattari, Derrida, Bachelard, Barthes, Virilio y todo sus seguidores.

La negación de la vitalidad y el salvajismo, axiomas de la ilustración gay.

Sexo por sexo, un trueque justo, no me pidan más.

Natura compensó la falta de talento con voluntariosidad y/o amor propio. En literatura los frutos han sido lamentables.

Estoy tan ocupado con mi revolución interna que no he tenido tiempo para dedicar a los problemas sociales.

Me encantan la crítica literaria y las discusiones filosóficas cuerpo a cuerpo.

¡Díganmelo en mi cara!

Si me dan lo que quiero no pediré nada a cambio.

Una paradoja es lo más cercano a una verdad absoluta.

Mis manos descansan mientras escribo, mi mente como un voyeurista cruel, se goza con perversión de todo lo que destila casi sin control y se vierte como un cáliz envenenado en blancas hojas, una tras otra. Cada letra como la espina de una puercoespín. Belleza, definición, camuflaje y veneno letal.

La razón del ser es llegar a ser.

El anhelo de poder se fundamenta en la conciencia del tiempo.

La existencia de la totalidad como unidad implica necesariamente una pugna sin tregua entre las partes que la constituyen, lucha cuyo fin es prevalecer en la diferencia.

Conocer nos permite disfrutar lo que somos.

El afán humano y la civilización resultante de pronto me parecen los actores secundarios y la escenografía de una obra en la que como protagonista debo malgastar mi vida de una forma inútil, bella y genial.

La conciencia de la fatalidad no ha de ser necesariamente motivo de desesperación o angustia. Antes bien, la insignificancia de nuestra existencia en el devenir del universo es causal de liberación y alegría. Me imagino liberado de la responsabilidad de ser alguien, sólo yo, inacabado y alegre bailando hasta desaparecer.

Reconquistar la confianza en nuestras facultades y capacidades para hallar o determinar el sentido de nuestras vidas aun sabiendo que el fundamento es la imaginación que lucha por poner un piso sobre el abismo de la creación. Sea cual sea ese piso, es la imagen de nuestra individualidad, lo singular de cada ser.

Si de pronto me sintiese completo, terminado como obra creada o acabado el proceso de realización como persona. : ¿seguiría sintiendo, actuando y pensando en forma contradictoria?

Definitivamente lo que me falta no existe. Está bien. En ese sentido somos todos iguales.

Lo vivo es lo que está muriendo.

La humanidad no existe y si aceptamos que es una convención para generalizar sobre la existencia singular de todos los hombres, admitamos cuando menos que la humanidad es inhumana.

El tiempo se hace compasión
En el trayecto que recorre
La fruta madura
Desprendida del árbol
Rumbo a un suelo
Distante y desconocido.
Un hombre inhala por última vez
Abre sus ojos
Entre el temblor de los párpados y
La luz quemante de lo real
El mundo le parece ya ajeno
Exhala, parpadea e intentando sonreír
Cede ante el llamado de la muerte.

Ser es el mal.

Ser no tiene escapatoria. vano es el intento de salir de si mismo, de vaciarse, llenarse, huir o adentrarse.

Ser es crearse. No hay un límite, un descanso, una puerta, un bálsamo o un fin.

Ser es ilimitado.

Hacer es optar, restringir, decidir. Se elude la conciencia del ser a través del hacer. Hacer transforma el ser en parecer y bajo el parecer pulsa como animal de presa agazapada la voluntad: el poder desconocido e ilimitado del ser.

Bailar en silencio
Combatir a un enemigo inexistente
Imaginar un fin
Poetizar sin palabras

23/12/95
me destrozan el alma
los bisontes saltando al abismo
los volcanes estallando
dominados por ciega furia
nutrias que en lodazales
afinan su salvajismo
devorando a los caimanes.
Me duelo de ser
Un eslabón activo
En la crueldad del universo
Amar y morir me parecen
Dolores incomprensibles
Vano siento entonces
El sacrificio de la búsqueda
Y afanes de conocimiento
Cuando del cielo
Desde nubarrones de lágrimas
Se desata la tristeza.
Me pierdo en el sentir
En ríos de espíritus
Cuyas torrentosas corrientes
Arrastran a mis antepasados muertos
Desangrado y ligero
emprendo un vuelo final
sobre los valles y pastizales
que adornaron mi juventud
No me inspira ciencia alguna
ni vanidad ni pretensión.
Sólo los dolores
que destrozan mi alma
y extraen del corazón
la tinta que estila
en afiebrada poesía.

La única forma de medir la fortaleza es el sufrimiento.