Friday, September 25, 2015

LA VENTANA















LA VENTANA
A Elsa Fricke Bianchi

Dibujo una ventana
en la pared
de la celda
para ver por última vez
a la madre.
El paisaje parece ocurrir
internamente
como un recuerdo vívido.
El viento
mueve los árboles,
las olas resuenan
y el aroma fresco
de espuma y sal
evoca la infancia libre.
Jugamos a leer,
jugamos a mirarnos,
jugamos a amar.
Nunca hubo música
ni palabras,
una colección de imágenes
mudas y coloridas.
Puedo ver entre sueños
el olor cálido
del café y el pan.
¿En que momento
la mantequilla se hizo esencia?
¿Como pudo ocurrir
que la simpleza del universo
se transformara
en el salario del alma?
Así pagamos cada aliento,
cada instante de vida
con un recuerdo.
Un ahora congelado
hasta la eternidad.
Las manos envejecen,
la muerte comienza a vestirse
con ese cuerpo amado.
Nada más morirá.
La madre seguirá siendo
el verano, el otoño,
el invierno y la primavera,
el lunes, el martes, el miércoles,
el jueves, el viernes, el sábado y el domingo,
cada segundo eterno
de una realidad
que nunca más ocurrirá.


25.09.2015


Tuesday, September 22, 2015

GUERRA SANTA

GUERRA SANTA

Era una guerra santa
despiadada e injusta
como suelen ser las guerras
y las santidades.
Ella atacando mis fortalezas
para domesticar mi impulso
salvaje y animal.
Yo atacando mis debilidades
para poder amarla
sin esperar nada.
Luego de batallar por años
me rendí por primera vez
en la vida
y vi a sus ejércitos
bellos e intactos
arrasando con el orgullo
de los victoriosos
mis viejos dominios y tesoros.
Cuando acabó el saqueo
y ya nada me pertenecía
excepto la humildad del vencido,
recorrí los ensangrentados
campos de batalla.
Sólo hallé despojos de alma
y oí el triste y suplicante
sollozo de mis moribundos
esparcidos en lo que antes fue
la soberbia inmensidad.
Ahora hay paz y tregua,
soledad sin padecimiento
y la pálida luz
con que ilumina el amor.


COMO ESPERANDO UN TRUENO




















COMO ESPERANDO UN TRUENO

El hombre sentado en un risco
Como esperando un trueno
oye el llamado del abismo
Las aguas corren impasibles
entre los desfiladeros
El hombre, toro salvaje
moviéndose despacio
en campos de albur
Marmota roja al atardecer
Quien es el ángel bello del cielo?
Es el hombre
que ríos recorren su mente
El asesino despiadado que mata a puñal
Carruaje de mármol y oro
Un coro de ángeles entre
caballos agitados oye también
El hombre se estremece
surcan su cuerpo
mil naves de guerra
mil de comercio
El hombre desconoce la muerte
luego, poetas lo ensalzan
Pobre infinito intraducible
triste devenir
El hombre, verdad mutable
Batalla por el absoluto
Soplan vientos de mar
se desvanece
Todo en su ser es cambio

1992